Eso de tumbarse sobre una toalla tiene muy poco glamour. Para tomar el sol en condiciones, hay que optar por una buena hamaca o 'chaise longue'
Tumbarse es uno de los ejercicios más placenteros que existen. La posición horizontal relaja los músculos y, en muchos casos, la mente. En verano, este placer se materializa en forma de hamaca, tumbona y, bueno, incluso verdaderas chaise longues adaptadas a la vida exterior. Ya lo hemos visto hace unas semanas. Y nos ha gustado tanto, que vamos a ahondar en el tema.
En verano, el placer de tumbarse se materializa en forma de hamaca, tumbona y, bueno, incluso verdaderas chaise longues adaptadas a la vida exterior.
Atrás quedan aquellas hamacas de estructura de madera y una simple lona. Aunque, como todo lo vintage y retro arrasa… no hay más que ver el modelo Bahía, de Tectona: como la hamaca de la abuela. Es verdad que la madera sigue en alza, pero ha dado paso a materiales plásticos de última generación y al aluminio, capaces de resistir la humedad, el sol, el efecto lija de la arena y la temible sal.
Como esta otra pieza de Tectona: Fatback, diseñada por Oki Sato. Es de líneas rotundas y comprende tres elementos: un asiento, una tapa por encima del respaldo para guardar la colchoneta y un reposapiés. Es de resina trenzada. Están también Bahia, de la que ya hemos hablado al principio (retro, vintage…) y su ya clásica Adirondack, un sillón de jardín de madera partido en dos.
Tribù es un firma belga que ama el Mediterráneo, el mar, el sol. Sus diseños buscan la pureza de líneas, las estructuras ergonómicas, el confort...
Tribù es un firma belga que ama el Mediterráneo, el mar, el sol. Sus diseños buscan la pureza de líneas, las estructuras ergonómicas, el confort, el lujo discreto, los materiales innovadores y el espíritu minimalista.
Una de sus piezas más emblemáticas de mobiliario exterior es Pure, una tumbona tan sencilla que abruma. Diseñada por Wim Segers, está realizada en madera de teka proveniente de Java y va vestida con una loneta semirígida de algodón. Nos gusta muchotambién su modelo Contour Lounger de la colección 'Essentiel White', por esa forma a mitad de camino entre tumbona y silla XL, completamente blanca, en aluminio reciclado.
La última colección de la firma Emu en estos menesteres exteriores se llama Round, y ha sido realizada por Christophe Pillet: “He intentado aportar simplicidad, atemporalidad y un toque de elegancia distante”. Tubos y capas de metal galvanizado cubiertos por un barniz de poliéster dan como resultado unas tumbonas de curvas y formas redondeadas.
Cambiamos un poco de registro para hablar de Emisphera, de Seletti (diseñada por Selab, el genio creativo que anda detrás de la marca), uno no se puede tumbar, pero sí recostar cómodamente entre almohadones y mecerse relajadamente de un árbol, a modo de columpio de diseño retro, evocador. Una red tejida a mano crea un telaraña apoyada sobre un esqueleto de metal y PVC.
Manutti es una firma belga (qué casualidad, igual que Tribù) que han lanzado dos líneas muy veraniegas. Fuse (en la imagen) es una de ellas.
Volviendo a las tumbonas ‘ortodoxas’ nos encontramos con Manutti (vaya, otros belgas). Sus dos nuevas líneas veraniegas se llaman Fuse y Mood. La primera no puede ocultar su esencia minimalista (sofisticada, eso sí). Es ultraligera, el marco está cubierto de aluminio en polvo y la parte mullida es de polyolefin, una fibra 100% reciclable. La Mood es de acero inoxidable electropulido y fibra sintética.
Para terminar, una tumbona de nombre ‘veraniego’ y sugerente, Lazy Yacht, de Serralunga. Están fabricadas en bartyline (un material propio de la firma resistente a la lluvia) y aluminio. Dominan (como en otras que hemos visto), los trazos minimalistas y orgánicos. Nos parece divertida la Double, porque uno también puede relajarse en pareja.
Fuente: www.hola.com