1. Inspírate: desde darte una vuelta por la tienda, entrar en su web o ver el catálogo, todo vale para coger ideas. Lo mejor para saber qué colores nos gustan más, qué combinaciones son las más acertadas, cómo distribuir los muebles... En definitiva hacernos una idea clara de lo que queremos.
2. Mide el espacio: es fundamental medir el espacio con mucha precisión para luego no tener problemas con los muebles. Si no te fías mucho de ti misma, IKEA tiene a tu disposición servicios profesionales de verificación, que se pasan por tu casa y hacen todas las mediciones necesarias.
3. Planifica: para mí el punto más importante y donde más cuidado tenemos que tener. hay que valorar diferentes aspectos como dónde poner la zona de cocción, la zona de trabajo y zona de almacenaje, qué espacio reservar para almacenar, cómo colocar los electrodomésticos...
4. Perfecciona: ahora llega el turno de buscar los materiales más adecuados, la encimera que más te gusta, los colores y cómo coordinarán entre sí. En este punto, IKEA también nos ofrece una más que completa gama de soluciones para ordenar cada mueble y aprovechar el espacio al máximo.
5. Los servicios: IKEA cuenta con un amplio catálogo de servicios que incluye medición, montaje, instalación, financiación sin intereses. Sus materiales están sometidos a pruebas de calidad rigurosa, por lo que ofrecen 25 años de garantía en la cocina, cinco años para los electrodomésticos y diez en grifos.