Un cuarto de juegos para los chicos tiene que ser lo suficientemente amplio e iluminado para que puedan jugar, explorar y hasta hacer los deberes. Lo más importante es que sea fácil de asear, cálido, resistente y confortable.
Pero lo cierto es que los materiales tienen mucho que ver en cuarto como este. Los niños son propensos a los golpes por lo que las alfombras son una buena opción, porque incluso eliminarán el riesgo del frío en invierno, aunque la madera tampoco es desdeñable.
Una mesa de juegos, un amplio baúl y un pizarrón son tres elementos casi indispensables, porque permiten canalizar parte de las actividades preferidas de los niños: las manualidades, sacar y esconder cosas y la pintura. En la medida de lo posible, los muebles deben ser lo suficientemente resistentes, de líneas simples y con figuras decorativas.
Por ultimo, los colores y las técnicas decorativas son muy importantes, sobretodo por la influencia psicológica que puedan tener en los niños. Ante esto, debemos lograr una armonía lo más perfecta posible entre colores vivaces y apagados, para no aburrir ni tampoco sobreexcitar. Justamente con el sentido de estimular la creatividad de los pequeños, hay que tender a eliminar la simetría.
fuente: http://www.hogartotal.com/
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